1986-2001 = 15 años
Educando en valores democráticos
y derechos humanos
El Instituto de Defensa
Legal se fundó para hacer frente a una dramática realidad: la violencia
terrorista y la violación de derechos humanos; por ello, a partir de 1986 la
labor educativa pasó a ser un componente importante del quehacer institucional.
Desde esos años hasta hoy el tema del respeto de la democracia y la defensa de
los derechos humanos sigue vigente; sin embargo, la forma de abordarlo es ahora
cualitativamente distinta.
En 1989, durante el "Encuentro Nacional de Educación en
Derechos Humanos y Respuestas a la Violencia" se evidenció que diversos
sectores de la población caían progresivamente en la tentación de usar el
autoritarismo y la fuerza para resolver sus conflictos, y así llegamos a 1992,
cuando el 80% de la población peruana respaldó el autogolpe de Fujimori.
Este nuevo contexto replanteó toda la acción educativa.
Había que analizar las relaciones entre el Estado y la persona a la luz de
aquellas que establecen los ciudadanos entre sí. La primera etapa, vencer al
gobierno autoritario, ha sido cumplida con éxito. Ahora queda un reto mayor:
afianzar el camino hacia la democracia.
Así, el conocimiento de los
derechos se articula al fortalecimiento organizativo. Vale decir, pensar la
labor educativa en términos del ejercicio de la condición de ciudadanía como
parte de un proyecto comunitario. La eficacia del Estado se impulsa desde las
capacidades de los ciudadanos para la negociación y la vigilancia de los acuerdos
con sus gobernantes y funcionarios.
El giro es importante, y los
resultados no se hacen esperar. Este año cerramos el trabajo del área
consolidando dos líneas de trabajo importantes: Defensorías Comunitarias y
Escuela de Líderes. Hemos promovido la creación de 26 nuevas defensorías en
comunidades andinas y tres grupos departamentales de líderes para la
democracia. A través de más de 40 actividades ejecutadas en siete departamentos
del país, con población tan diversa como Lima, zonas urbanas y rurales, comunidades
andinas y asháninkas, nuestro proyecto educativo busca apoyar la construcción
de herramientas locales para promover una cultura democrática desde la vida
cotidiana, sin perder el horizonte nacional.