“¿Acaso el Estado está esperando que nos maten?”: amenazan de muerte a defensores de comunidad kichwa Santa Rosillo de Yanayacu

“¿Acaso el Estado está esperando que nos maten?”: amenazan de muerte a defensores de comunidad kichwa Santa Rosillo de Yanayacu

La comunidad nativa kichwa Santa Rosillo de Yanayacu, ubicada en la zona del Bajo Huallaga, (distrito de Huimbayoc, región de San Martín) viene siendo amenazada por grupos de madereros ilegales, quienes deforestan el bosque de la comunidad sembrando amenazas y violencia. Desde hace años, la comunidad viene denunciando estas violaciones permanentes a su territorio y contra la vida de las personas defensoras. “¿Acaso el Estado está esperando que nos maten?! ¡¿Que ya no estemos aquí luchando para defender la comunidad?!”, expresó uno de los comuneros amenazados, cuya identidad se mantiene en reserva.

Según se reporta, al menos tres comuneros han sido amenazados de muerte hasta la fecha. Uno de ellos indicó haber recibido la amenaza el pasado jueves 2 de diciembre durante la noche, cuando regresaba del trabajo hacia su casa. La víctima afirmó que los responsables son taladores ilegales, quienes actuaron en represalia por la denuncia que la comunidad interpuso contra ellos. Estas amenazas recaen sobre su persona y sobre otros líderes de Santa Rosillo de Yanayacu. Por ello, han exigido a las autoridades –empezando por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH) y el Ministerio del Interior (MININTER)– una verificación de la situación de emergencia en la zona.

Una autoridad comunal denunció la gravedad del problema: “La Policía debe ingresar a la comunidad, hacer un recorrido, no es mentira lo que decimos. Se debe investigar al territorio y ver lo que se hace, ellos se creen dueños, pero hacen desastres. Cualquier día no habrá agua, ellos son depredadores que hacen daño al medio ambiente: mientras nosotros conservamos el ambiente, ellos lo están destruyendo

La comunidad viene alertando al Estado sobre los peligros que atraviesa desde hace varios años, como el tráfico de tierras, la tala ilegal de madera y el sembrío de coca. Estas amenazas no solo significan un delito ambiental y daños contra el bosque, sino también inseguridad sobre el territorio y la precarización de sus medios de vida. La comunidad pide protección y seguridad jurídica territorial, pues aún no cuentan con un título formal de propiedad, lo cual también les impide acceder a proyectos productivos que le permitan beneficiarse de sus bosques de forma sostenible. De igual forma, el 45% de su territorio está se superpuesto a los predios de la empresa Timberland. Ante la situación crítica de la comunidad, se ha conformado una comisión ad hoc para lograr la titulación.

Otro miembro de la comunidad mencionó lo siguiente: “Yo soy de aquí, por eso defiendo mis costumbres ancestrales. Yo estoy aquí, pero ya no se puede. ¡Son 4 años de problemas!, ¿qué comemos nosotros? Ellos toman y comen felices a costa de los árboles, de la madera, lo más fácil. ¿Si hay tantas denuncias, por qué no hacen cumplir? No vamos a permitir que hagan lo que quieran ellos, porque si no, ¿de qué vamos a vivir? Si ni podemos tener proyectos, una piscigranja, o sembríos legales. Ellos quieren vivir de la cosa fácil, depredando nuestro bosque y nuestra selva”.

A pesar de haber alzado sus voces frente a organismos nacionales e internacionales, incluyendo la intervención de la Oficina Regional para América del Sur de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH),, la comunidad y la Federación de Pueblos Indígenas Kechwa Chazuta Amazonía (FEPIKECHA) continúan exigiendo una verdadera protección estatal Ya sea a través del Protocolo para garantizar la protección de personas defensoras de derechos humanos del MINJUSDH o la solicitud de garantías personales. El pueblo kichwa reclama justicia, la defensa real de su integridad y una vida libre de violencia.

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