Chiriaco,Amazonas: Comunidades ganan caso por afectación a su salud debido a derrame de petróleo
Después de seis años, la Corte Superior de Justicia de Amazonas ha declarado fundada la demanda de amparo interpuesta por las comunidades afectadas en contra del Ministerio de Salud, la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA), la Dirección Regional de Salud y el Gobierno Regional de Amazonas y les ha exigido que apueben, implementen, dirijan y supervisen las acciones, estrategias de salud pública y cumplan con la atención médica de emergencia. Para presentar la demanda y hacerle seguimiento, las comunidades contaron con el apoyo del IDL, CAAAP y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
A inicios del 2016 se produjo un derrame de tres mil barriles de petróleo en el tramo II del Oleoducto Norperuano, a cargo de la empresa estatal Petroperú. El hecho ocurrió en Chiriaco, la capital del distrito de Imaza, provincia de Bagua, Amazonas. El crudo recorrió tres kilómetros y medio hasta llegar a la quebrada Imayo. Un mes después, por las lluvias, se rompieron los badenes de contención del petróleo y este se expandió hasta los ríos Chiriaco y Marañón. Las comunidades impactadas fueron: Puerto Pakuri, Chiriaco, Wachapea, Nazareth, San Rafael, San Ramón y Yupicusa.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) determinó que el derrame se produjo por el deterioro de la tubería debido a la corrosión externa, y que Petroperú no cumplió con el mantenimiento preventivo de las tuberías del oleoducto.
Las comunidades afectadas no tienen agua potable, y por eso consumieron el agua del río, se bañaron y comieron los peces contaminados. Como consecuencia de ello, un número importante de pobladores enfermaron con dolor de cuerpo y garganta, y fiebre. También hubo casos de dermatitis, faringitis y gastroenteritis.
Luego de los derrames, los trabajadores de Petroperú que llegaron a la zona para atender la emergencia, ofrecieron dinero a los pobladores por cada barril de petróleo que extrajeran del río, y algunos niños fueron contratados para esta tarea sin que les proporcionaran implementos de protección, por lo que terminaron con síntomas de intoxicación.