Comunidad nativa asháninka pide al TC que fije fecha de audiencia
Nuevo Amanecer Hawai es una comunidad nativa del pueblo indígena asháninka, ubicada en el distrito de Puerto Bermúdez, entre las regiones de Pasco, Junín y Ucayali. En el año 2014 presentó una demanda de amparo contra el gobierno regional de Pasco por omisión de titulación de su territorio. Desde el año 2005 vienen reclamando su derecho.
“La comunidad abandonó su territorio cuando llegó Sendero Luminoso. Tuvieron que hacerlo pues si no los mataban. Cuando acabó la violencia política y regresaron a su territorio encontraron que estaba invadido por madereros ilegales y traficantes de tierras”, relata Juan Carlos Ruiz, del Área de Litigio Constitucional y Pueblos Indígenas.
Habla Marianela Sánchez, directiva de la comunidad nativa de Hawai: “Los sucesivos gobiernos regionales de Pasco no nos han querido titular. Nosotros abandonamos nuestro territorio porque entró Sendero Luminoso y nos amenazó. No queríamos irnos. Después regresamos y llegaron los madereros. A nuestro presidente Mauro Pío lo mató el administrador del maderero Balarín en 2013. Al nuevo jefe de la comunidad ya lo han amenazado y a todos nosotros también. Por eso pedimos que audiencia sea lo más rápido posible. Queremos vivir tranquilos en nuestra tierra”.
El abogado añade: “La verdad de las cosas es que debajo o sobre los territorios de las comunidades campesinas y nativas, se encuentran recursos naturales mineros, petroleros, gasíferos y forestales. Esto desencadena una codicia que genera un tráfico de tierras que cada vez causa más víctimas. En otras palabras, hay gente interesada en que no se titule o en que se demoren lo más que se pueda estos procesos de titulación”.
¿Es el amparo la vía idónea para que las comunidades nativas exijan la obligación de titular el territorio ocupado tradicionalmente? Juan Carlos Ruiz afirma que sí se puede ofrecer tutela a las comunidades campesinas y nativas, en caso que el Estado se niegue a titular su territorio. Señala que el Estado es el que tiene que determinar cuál es el territorio ancestral, pero no de forma arbitraria y discrecional, sino sobre la base del territorio que estos pueblos han ocupado tradicionalmente.
Afirma esto porque algunos operadores del sistema de justicia rechazan las demandas de amparo con argumentos formales o con una rigidez procesal que desnaturaliza la esencia de los procesos constitucionales.