Comunidades de Espinar envían carta al presidente Sagasti solicitando reparación integral
Las comunidades originarias de Huini Coroccohuayco y Pacopata de la provincia Espinar en Cusco solicitaron, en una carta remitida al presidente Francisco Sagasti, una reparación digna, justa e integral por los daños sufridos como consecuencia de la actividad extractiva ininterrumpida por más de cuatro décadas en sus tierras.
Los territorios de las comunidades son parte de la zona de Expansión minera Coroccohuayco, una de las zonas de la Unidad Minera Antapaccay. En un 70%, las comunidades se abastecen de agua de manantiales. Cuando empezaron las actividades de exploración para el proyecto Coroccohuayco en el año 2011, muchos manantes perdieron su caudal o desaparecieron. Hasta el momento existe un “túnel de exploración” donde se bombea y traslada agua en camiones a otras zonas de operación de la mina. Las comunidades sufren, de esta manera, no solo la pérdida de agua sino el ruido que produce la bomba durante el día
En otras zonas donde las perforaciones han sido selladas, existen afloramientos de agua. “Todo hace pensar que esa agua que brota estaría contaminada, porque observamos que nuestros animales se enferman cuando la toman. Las dos comunidades hemos reportado 58 zonas de baja de caudal o pérdida de manantes y tres zonas de afloramiento de aguas aparentemente contaminadas, sin que seamos escuchados”, señalan los dirigentes en la carta.
También afirman que como consecuencia de esta situación han perdido pastizales y su ganado ha disminuido, todo ello sumado a la pérdida de mercado para sus productos agropecuarios, presuntamente contaminados por metales pesados.
“De la Comisión Multisectorial de Reparaciones esperamos soluciones concretas a estos problemas, que nos digan qué pasó con el agua, a dónde se fue, por qué no cierran el túnel de exploración, si los afloramientos son dañinos o no, y cómo se repondrá el agua para nuestra población y animales, en cantidad y calidad necesaria. Además, necesitamos saber qué se hará para reponer la infraestructura común de riego perdida, y cómo superaremos la limitación para transitar en nuestro territorio”, plantean las comunidades en su carta al Presidente.
Asimismo, expresan su desacuerdo que en la mesa de diálogo solo les hayan ofrecido como reparación solo medidas de control y proveer de agua de consumo humano a algunas comunidades, lo que ellos requieren es que se compense lo que han perdido.
“El desarrollo del país no puede basarse en la destrucción de los medios de vida de las comunidades campesinas originarias como viene ocurriendo. Es inhumano hacerlo, por lo tanto, exigimos respeto a nuestros derechos y una reparación digna, justa e integral”, culmina la carta.
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Las dos Comunidades de Huini Coroccohuayco y Pacopata, ¿en que condiciones vendieron sus tierras como señalan? Acaso no es cierto que fueron despojados de sus territorios ilegalmente y tan pronto en el Gobierno de Humala por la Comisión de Energía y Minas del Congreso encabezado por Rubén Coa, permitieron realizar como Integración Coroccohuayco. Cuando debieron realizar un nuevo EIA.
Existe el despojo de los Territorios de la Comunidad Ancestral Tintaya Marquiri, Alto Huancané en 1982, en 1996, sobre esta ilegalidad patrimonial se han edificado o realizado los EIA de Tintaya y expansión Antapaccay, por lo que no se pueden seguir edificando sobre una base ilegal patrimonial nuevas ampliaciones de EIA, como el denominado integración Coroccohiayco.
Estos territorios de las dos Comunidades y de las otras Comunidades Indígenas, tienen absoluta propiedad colectiva desde antes de la Invasión Occidental, abida cuenta mas de 500 años. Un Estsdo peruano con 200 años, no puede desconocer una propiedad ancestral con derechos plenamente reconocidos por la norma Internacional C-169 OIT, vinculante al Estado Peruano.
Además estos territorios su cualidad de propiedad colectiva es imprescriptible.
Sobre estas irremediables ilegalidades causen daños ambientales, sociales y económicos, es increiblemente violación de los derechos fundamentales de los Pueblos Indígenas.
Por lo que este mal llamado Proyecto Coroccohuayco es inviable desde todo punto de vista del derecho consuetudinario y el respeto a los Pueblos Indígenas.
Desde luego estas dos Comunidades no plantearon sus detechos fundamentales, solo plantean las repaciones económicas.
Además hay no solo violación de los derechos a dos Comunidades, sino hay violaciones de los derechos fundamentales mas profundas de otras Comunidades o Ayllus Ancestrales.