Extorsión: en los últimos años las denuncias se han cuadruplicado

Extorsión: en los últimos años las denuncias se han cuadruplicado

Aldo Pecho Gonzáles / IDL-Seguridad Ciudadana

Viernes, 11 de la mañana. Un amigo me llama y me dice que han amenazado a un familiar suyo por un préstamo. Me enviará el pantallazo con un mensaje que tiene como encabezado el nombre de esa persona cercana: “Necesito que me pagues de una maldita vez. No estamos jugando, no sabes con quién te estás metiendo. Mueve ese cul* y paga de una maldita vez. Para qué te prestas y te haces el cojud* y no pagas. Haremos de tu vida un infierno, maldito becerro. Hasta tu familia no dormirá”.

El mensaje vuelve a repetirse a las 5 de la tarde. Tras una breve indagación, el familiar muy avergonzado termina contándole que se hizo un préstamo virtual por medio de una aplicación llamada C Platinka. Y si bien el préstamo fue por algunos cientos de soles —los cuales por supuesto no tiene—, no ha podido pagarlos, por lo que las personas detrás de la plataforma lo llenaron de llamadas y mensajes amenazantes. Como el familiar no tenía una respuesta convincente, se encargaron de escribirles a muchos de sus contactos, los que extrajeron de su celular con los permisos otorgados por la aplicación. Así se fue formando una nube de angustia entre la familia, quienes colaboraron para que pagara la deuda y evitar amenazas de este tipo.

En los últimos días, ha tenido repercusiones mediáticas las denuncias por extorsión, con particularidad la modalidad descrita denominada “préstamo gota a gota”. De hecho, en diversas calles de Lima se inició una campaña por parte de la Policía para prevenir sobre estos préstamos y explicar cómo funciona. Las denuncias, sin embargo, continúan. Y en algunos casos, ya ni se denuncia. Solo se espera pagar la deuda para salir de este embrollo. Aunque puede ocurrir el caso de que, incluso habiendo pagado la deuda, la extorsión continúe con un nuevo préstamo que nadie solicitó. Hay una falta de control.

¿Cuántas denuncias por extorsión se han realizado en los últimos años?, ¿cómo han ido evolucionando estas denuncias? En el siguiente cuadro, puede apreciarse el preocupante cambio que ha ido ocurriendo por lo menos en el último quinquenio.

 

Cuadro 1. Número de denuncias por delito de extorsión 2019-2023*

Tipo de delito 2019 2020 2021 2022 2023
Extorsión 2618 1892 3282 11 224 4956

*El 2023 solo contemplan las denuncias hasta fines de abril.

Fuente: Policía Nacional del Perú (2023). Elaboración propia.

 

Como se ha podido apreciar, si comparamos entre el 2022 y el 2019, el número de denuncias por extorsión se ha cuadriplicado. Tan solo los primeros meses de este 2023 tienen mayor cantidad de denuncias que los años 2019, 2020 y 2021, contándolos completos. Y si comparamos este año 2023 (4956 denuncias) con el precedente 2022 (2286 denuncias) —hasta el mes de abril en ambos casos—, observamos que el panorama es nada alentador. Se avizora el peor año de denuncias por extorsión de los últimos años.

Cuando culminó la pandemia, o por lo menos los peligros más notorios de la crisis sanitaria fueron amainando, desde IDL-Seguridad Ciudadana advertimos que los bajos indicadores de inseguridad y denuncias por delitos volverían a sus viejos cauces de prepandemia y en algunos casos a incrementarse. Esto era un hecho fácilmente previsible, como ocurrió en diversos países de la región. Peor aún, muchos especialistas afirmaron que algunos delitos más complejos irían tomando nuevos rumbos, entre ellos el crimen organizado. Y efectivamente, esto ha venido ocurriendo.

Después de la crisis sanitaria, en los últimos años han aumentado las denuncias no solo de delitos como la extorsión, sino también la estafa, la usurpación, los delitos informáticos, entre otros. La falta de recursos para la Policía, la pérdida de confianza en las instituciones y el propio vacío de poder generado por la crisis política, entre otros factores, vienen siendo una carta pase para la delincuencia más organizada. Lejos de los discursos de mano dura y la justificación de la violación de derechos para cualquier ciudadano, lo que aquí se necesita con urgencia es que se recupere urgentemente el diálogo con la ciudadanía, para trabajar en conjunto la prevención del delito. Es una tarea pendiente que debe ir de la mano con acciones de disuasión y represión de la criminalidad que apunten con planificación e inteligencia a quienes se están aprovechando de los complejos procesos que viene viviendo el país en los últimos años.

Mientras tanto, resulta imprescindible no bajar la guardia y que se siga concientizando a la población sobre los peligros de las nuevas modalidades de extorsión y otros delitos. Campaña que, esperamos, pueda dar resultados a fin de año.

 

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