Hugo Acero: “Nos hemos llenado de cámaras de vídeos en las ciudades y no sabemos saber qué hacer con eso”

Hugo Acero: “Nos hemos llenado de cámaras de vídeos en las ciudades y no sabemos saber qué hacer con eso”

El experto colombiano en seguridad pública, Hugo Acero, explica las características del crecimiento de la criminalidad en América Latina y  la labor que cumple la Policía en países  que, en su mayoría, carecen de presupuesto y de una fuerte institucionalidad. Acero ha sido Subsecretario de Seguridad de Bogotá. Durante su gestión, la capital colombiana fue reconocida por la reducción de las tasas de delincuencia. La entrevista fue realizada por Nancy Mejía, coordinadora de IDL- Seguridad Ciudadana.

¿Qué es lo que los ciudadanos esperamos de la Policía?

Esperamos que sea una mezcla de Superman y sor Teresa de Calcuta, que sea una institución que dialogue con los ciudadanos, que atienda los temas de convivencia, que ayude a la gente de la calle. Por otro lado, frente al crimen esperamos que se comporte como un superhéroe:  que detenga al delincuente y lo presente ante la justicia. Lo que necesitamos es una Policía integral, y en eso se ha avanzado, pero aún falta todavía mucho

¿Se requiere más policías en las calles frente al crecimiento de violencia? Por ejemplo, que se dediquen menos al trabajo burocrático y que salgan más a las calles. ¿Cómo es la experiencia en Colombia?

Lo que he venido planteando de manera recurrente es que nuestra policía no le dice no a nada y le terminan prestando escolta a políticos y a dirigentes, inclusive a algunos periodistas. A pesar de que la seguridad ha mejorado, en el país, todavía sigue manteniéndose una serie de esquema de escoltas que lo que hace  es quitarle policías a la calle.

En América Latina se necesitan más policías, más recursos y más impuestos, porque es la única manera que se puede obtener más y mejores efectivos. Si no hay recursos, y tenemos policía en número limitado, debemos de hacer otros esfuerzos. En algunos servicios el sector privado se debe de meter la mano en el bolsillo, y en otros casos comenzar con procesos de profesionalización.

Respecto a la parte administrativa, una parte muy importante en Colombia, cerca del 20%, trabajan ahí. Fueron formados para garantizar seguridad en las calles, fueron formados para garantizar la seguridad en los ciudadanos y están dedicados a labores administrativas que las podría desarrollar otro profesional no formado en la profesión de policía. Yo creo que eso hay que modificarlo. En las planas administrativas debe haber profesionales formados para esas labores. Lamentablemente, estamos utilizando de la peor manera el personal humano de las instituciones policiales.

¿Cómo ha variado la criminalidad?

Cada vez tenemos una criminalidad más organizada, sobre todo, a raíz de fenómenos del narcotráfico, y esto no se resuelve con la policía en las calles. Esta criminalidad que roba motos, celulares autopartes, que extorsiona y que vende droga, se combate con inteligencia e investigación criminal. Es ahí donde necesitamos aumentar el número y clasificar mejor a nuestros policías. Pero este tema  no solo es de investigadores, y de gente que realiza inteligencia alrededor de este tipo de organizaciones criminales, sino tiene que ver con que el policía de calle esté capacitado para la escena del delito. Sucede que, en muchos procesos, los jueces terminan soltando a los delincuentes porque no se les entregó las pruebas suficientes, porque no fueron recogidas de manera profesional. Los jueces no pueden meter a la gente a la cárcel si es que no se les entregan los elementos probatorios, tanto en calidad como en calidad. Tenemos que comenzar a profesionalizar a nuestros policías en dos áreas  importantes: inteligencia e investigación criminal.

¿Hace falta mayor coordinación con las instituciones del Estado?

Definitivamente. A veces uno ve más organización en las organizaciones criminales que en las instituciones del Estado. Uno ve a la Fiscalía trabajando por un lado y a la Policía trabajando por otro. Es muy difícil de lograr resultados bajo esas condiciones, porque se requiere trabajo en equipo. Debe de ser un trabajo permanente, de 24 horas.

¿Qué se propone para mejorar la labor de la policía en nuestros países?

Lo que se requiere es mayor profesionalización y capacitación, mayor fortalecimiento humano profesional de la policía, pero también desarrollos tecnológicos. Por ejemplo, el tema de las cámaras, el tema de los drones, el tema de inteligencia de equipos de criminalística profesionales y adecuados para atender estos temas.

Si es que no se puede aumentar los policías hay que tener mejores policías y un mayor trabajo en equipo. A falta de cantidad, buena es la calidad.

¿Cómo estamos en relación con la aceptación policial en estos últimos tiempos?

Desafortunadamente, en los últimos años, dado el crecimiento de la criminalidad y de que los ciudadanos se sienten cada vez más inseguros, la credibilidad hacia las instituciones ha desmejorado mucho y ahí hay que hacer un trabajo importante.

Mira, cualquier empresa seria, porque la policía es una empresa, que quiera ser de excelencia debe hacer dos cosas: selección adecuada y capacitación. Si cualquier empresa selecciona bien y capacita bien es una empresa de éxito.

Yo creo que, en eso, desafortunadamente, hemos fallado. Y, desafortunadamente, digo, porque en los últimos años en Colombia por querer aumentar la Policía flexibilizaron los requisitos, o, por lo menos, la selección fue flexibilizada y también fue reducido el período de formación y eso es un error. Un niño o una niña nacen en nueve meses. Si alguien quiere duplicar la población no pueden reducir a seis el proceso de gestación. Igual sucede con la formación de las profesiones. Las profesiones requieren de un tiempo importante de capacitación, y una muy buena selección también.

Totalmente de acuerdo. Un país que va en crecimiento y que quiere una mejor seguridad tiene que repotenciar mucho el tema de su inteligencia policial, que es la base fundamental creemos para poder tener un resultado efectivo.

La criminalidad ha evolucionado mucho: ya no encontramos al narcotraficante que nace desde abajo, que nace pobre y luego se hace mafioso, sino que hay mafiosos de muy alto nivel y se mueve este recurso por el mercado legal. Para poder detectarlos se requiere realmente inteligencia y una formación muy adecuada.

Entonces, hay que hacer un esfuerzo grande por orientar esas acciones. O sea, cualificar mucho el capital humano de nuestra policía. En muchos casos, nos hemos llenado de cámaras de vídeos en las ciudades y no sabemos saber qué hacer con eso.

Es más, lo que hacemos es sentar policías a mirar monitores y ahí los estamos perdiendo. Y los estamos perdiendo porque el policía después de ver cuatro horas monitores no ve nada. Si uno cuando tiene 120 canales se aburre, pasando canal por canal, cómo será un policía viendo doce horas un monitor de estos, resulta no viendo nada. Ahí es donde la tecnología a veces la utilizamos también de la peor manera.

¿Qué tan importante es la participación ciudadana?

En cualquier política de desarrollo, y la seguridad es una política de desarrollo, debe haber participación de los ciudadanos. En ese sentido, hay que orientar esfuerzos institucionales en materia de seguridad y de convivencia para organizar a las comunidades. Eso hay que hacerlo no solamente para que los ciudadanos denuncien a los delincuentes.

Una comunidad organizada es una comunidad menos susceptible de sufrir hechos de delincuencia. Una comunidad organizada cuando le llega alguien a vender droga en su barrio no lo va a dejar: va a unirse a las autoridades para que sean las autoridades quienes  detengan a esos delincuentes.

Pero esa misma comunidad organizada no solamente va a estar pendiente de los temas de seguridad, sino que va a estar pendiente de la mejora de sus entornos. El tema de la iluminación, el tema de las basuras, el tema de arreglar las calles, el tema del parque, el tema de los niños y niñas.

De igual manera, una comunidad organizada es una comunidad que denuncia más fácilmente a los funcionarios corruptos. Denuncian y controlan más fácilmente a los policías, jueces o autoridades legales de justicia que no cumplen con su función.

Hay que hacer un esfuerzo grande para que los ciudadanos se organicen, trabajen en equipo con las autoridades y, sobre todo, propugnen por el desarrollo integral de sus comunidades, no solamente en materia de seguridad, sino en materia de salud, de educación y de servicios públicos.

Las sociedades que tienen mayor capital social, o sea mayor cantidad de personas organizadas, son sociedades que tienen mucho más desarrollo, en comparación con aquellas que no tienen organización comunitaria, o, la tienen en muy baja proporción. Sin seguridad no hay bienestar y es ahí donde debemos de trabajar, definitivamente, la seguridad es parte del desarrollo.

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