Una cuestión de plazos y urgencias
Por Luis Purizaga Vértiz
La semana pasada, los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) presentaron su plan de trabajo a 180 días, bajo la consigna de “consolidarse como una institución firme que aplica con la más plena independencia procesos justos, transparentes y eficaces en la incorporación y separación de jueces y fiscales…”.
Es claro que las expectativas de la ciudadanía son altas en relación a las funciones que tendrá la JNJ: los últimos miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) terminaron por destruir todo rastro de institucionalidad y confianza, y sabemos que reconstruir eso es una tarea ardua, difícil y minuciosa. Más aún si debe hacerse contra el tiempo, debido al primer proceso de selección fallido que llevó a cabo la Comisión Especial, que ha ocasionado que después de casi un año sea recién posible contar con el órgano que reemplace al CNM.
Recuperar la institucionalidad
El plan de trabajo tiene como objetivo principal sentar las bases institucionales. En esto se acierta, ya que si lo que se quería era marcar distancia del extinto CNM era preciso marcar un antes y un después, y –al menos en el papel– poner los cimientos de una institución completamente nueva, lo que implica crear todo un nuevo cuerpo normativo (reglamentos, directivas, etc.) que a la larga deberá ayudar a crear una cultura institucional. Por lo que se lee en el plan, esta cultura deberá hacer énfasis en principios como la transparencia, la independencia, la publicidad de las decisiones que se tomen y la eficiencia y eficacia en los procesos que se lleven a cabo.
Por esta razón el plan se divide en tres tipos de medidas: en lo político institucional, en el desarrollo de sus funciones constitucionales, y en lo administrativo organizacional. Si bien muchas de estas tienen un plazo de implementación máximo de 180 días, hay otras que están pensadas para ser implementadas en menor tiempo (5, 15, 30, 45 y 60 días).
- Medidas en lo político institucional
Algunas de las medidas más notorias de este tipo son la creación de la Comisión Consultiva de la Junta Nacional de Justicia (15 días), que tendrá, como su nombre lo indica, una función consultiva y de participación ciudadana, y estará integrada por expertos nacionales e internacionales, académicos y líderes sociales, para que acompañen la gestión de la JNJ.
Otra creación es la designación de un oficial anticorrupción y de integridad en la JNJ (45 días), que tendrá como funciones establecer y monitorear una cultura de cumplimiento (precisamente lo que mencionábamos líneas arriba respecto a la construcción de una cultura institucional), elaborando una matriz de riesgos y canales de denuncia al Ministerio Público y a la Policía Anticorrupción.
Otra medida, es el aprobar la exigencia de presentación de carta de levantamiento del secreto bancario para todos los candidatos seleccionados para ocupar plazas de jueces y fiscales (15 días), a fin de impulsar una cultura de transparencia en relación al patrimonio económico de los jueces y fiscales.
Asimismo, en un plazo de 60 días, se ha planeado presentar una propuesta de iniciativa legislativa sobre la obligación de los miembros de la JNJ de informar ante el Parlamento o ante la Fiscalía de la Nación sobre hechos, situaciones o conductas que configuren influencia, presión o perturbación sobre algún proceso llevado por la JNJ. Esto busca afianzar la independencia y la autonomía de los miembros de la JNJ, y al parecer de ser aprobado modificaría la ley orgánica de la Junta Nacional de Justicia.
Por último, otra medida de carácter político institucional es la aprobación de un plan de cursos de reforzamiento, capacitación y evaluación preliminar para jueces y fiscales a 180 días, de la mano de las facultades de derecho y la Academia de la Magistratura (AMAG).
- Medidas en el desarrollo de sus funciones constitucionales
Como sabemos las principales funciones de la JNJ será nombrar, ratificar y sancionar a jueces y fiscales, las mismas que las del ex CNM. Sin embargo, hay dos funciones adicionales que esta JNJ deberá realizar: revisar los nombramientos, ratificaciones y procesos sancionadores llevados a cabo por el CNM, entre los años 2015 a 2018, y también abocarse a la nueva tarea de elegir a los jefes de las autoridades nacionales de control del Poder Judicial y del Ministerio Público.
Como es obvio, para llevar a cabo estas labores, es necesario primero contar con los reglamentos que regularán los procesos de revisión y de selección. Por eso en el lapso de 15 días, la JNJ se abocará a revisar cuatro reglamentos: el del Pleno, el de Selección y Nombramiento, el de Ratificaciones, y el de Procesos Disciplinarios; así como de aprobar el marco reglamentario y los criterios de priorización para la revisión de casos resueltos por el ex CNM.
Respecto a este último punto, la JNJ ha identificado el número de casos que tendrá que revisar: sobre selección y nombramiento, 1411 casos; sobre evaluación y ratificación, 746 casos; y sobre procesos disciplinarios, 142 casos. De acuerdo al Plan, estos casos serán revisados en 180 días, de acuerdo a los criterios de priorización que se hayan establecido. Asimismo, en el plazo de 180 días, la JNJ ha planeado elaborar los perfiles, las bases del concurso y hacer las convocatorias para la designación de los jefes de la ONPE, la RENIEC, y las Autoridades Nacionales de Control del Poder Judicial y el Ministerio Público. Cuatro convocatorias para cuatro puestos que serán elegidos dentro de seis meses aproximadamente.
En 180 días la JNJ también abrirá investigación preliminar de oficio o a pedido de parte a jueces y fiscales involucrados en delitos o irregularidades, así como atenderá y resolverá los pedidos de destitución formulados por la Corte Suprema o la Junta de Fiscales Supremos. En este grupo se espera que la JNJ investigue a todos aquellos magistrados supremos involucrados en la red de los cuellos blancos del puerto, conforme lo indicado en diversos informes fiscales: Pedro Chávarry, Víctor Rodríguez Monteza, Tomás Gálvez Villegas, y un largo etcétera.
En cuanto a la evaluación parcial de desempeño a magistrados –novedad de la ley orgánica de la JNJ– el diseño del proceso de selección se llevará de la mano con la Academia de la Magistratura en el lapso de 60 días.
- Medidas en lo administrativo organizacional
Una de las medidas que se tomará en 30 días será la de iniciar los procesos disciplinarios a funcionarios de la JNJ que habrían incurrido en graves responsabilidades en su desempeño. Esto de acuerdo a los informes de la Contraloría General de la República. Recordemos que el viernes 10 de enero, el Contralor Nelson Shack presentó a los miembros de la JNJ, 28 informes de control simultáneo en donde se detectó un perjuicio económico de S/ 664, 548.00, por pagos irregulares y por diversos servicios que no se efectuaron, y que además contaron con la conformidad de los funcionarios del ex CNM.
Como bien se sabe, los ex consejeros del CNM no pudieron llevar a cabo todas las irregularidades que se les imputan, actuando solos. Era necesario contar con un respaldo administrativo para poder llevar a cabo sus decisiones. Para ello muchos trabajadores cometieron también faltas e inclusos delitos (esto se sabrá en las investigaciones) obedeciendo a los consejeros, y no es posible que estos mismos trabajadores sigan laborando como si nada hubiese pasado, con los nuevos miembros de la JNJ.
Otra medida de este tipo es el desarrollo del Cuadro Nacional de plazas de jueces y fiscales que se elaborará de la mano con el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial y la Junta de Fiscales Supremos, en el plazo de 180 días. El Cuadro se elaborará usando las recomendaciones del informe de Competitividad y Productividad 2020, para garantizar la titularidad de jueces y fiscales. Parece que la JNJ buscará resolver un problema ya conocido: el alto número de provisionalidad de jueces y fiscales, así como de jueces supernumerarios.
La JNJ no solo revisará el cuadro de plazas de jueces y fiscales, ya que también buscará reestructurarse institucionalmente, revisando su organización, funciones, mecanismos e instrumentos de gestión como el Reglamento de Organización y Funciones, el Cuadro Analítico de Personal y el Presupuesto Analítico de Personal; todo esto con la asesoría de la Secretaría de Gestión Pública de la PCM y de SERVIR. Esta revisión le tomará unos 45 días.
Por último, se espera mejorar en transparentar la gestión de la institución, ya que se espera implementar el proceso de certificación en materia antisoborno, gestión de calidad y gestión de riesgos, así como establecer mecanismos de rendición de cuentas a la ciudadanía con indicadores de gestión; todo eso es un plazo de 180 días.
Plazos y urgencias
Como vemos, la JNJ ha iniciado su trabajo poniéndose plazos y estableciendo prioridades. Su plazo máximo: 6 meses. Sus prioridades: reconstruir una institución deslegitimada en todos los sentidos y que necesita a gritos cambios profundos que van mucho más allá de solamente cambiar un nombre. Si algo diferenciará a la JNJ del CNM es que ahora todos (ciudadanía, prensa y actores de otros poderes del Estado) tendrán sus ojos puestos en ella. No es casual que el trabajo de la Comisión Especial haya estado bajo la lupa durante todo este tiempo y tampoco es casual que hayan sido investigaciones periodísticas las que obligaron suspender la juramentación de dos miembros de la JNJ, reevaluar el puntaje de uno de ellos y juramentar a Thornberry en lugar de Falconí. Si con algo puede contar la novísima JNJ es que tendrá todas las miradas puestas sobre su desempeño y sus decisiones. Y por estas razones, toda aquella decisión que se tome debe estar guiada por los principios de transparencia y publicidad que recoge su ley orgánica.
Recordemos que toda decisión tomada por la JNJ deberá estar debidamente fundamentada y eso significa explicar las razones por las que se decide esto y no aquello. Si se debe tomar la decisión respecto a qué procesos de nombramiento y/o ratificación de jueces y fiscales se revisarán, se debe explicar por qué esos procesos y no otros. Si la JNJ decide revisar primero los procesos de magistrados supremos, deberá explicar las razones de esta decisión y, sobre todo, deberá dar a conocer los resultados de esas investigaciones y las decisiones que tomará como institución. El secretismo y el trato bajo la mesa fueron moneda corriente en el CNM de Guido Águila y Orlando Velásquez; ese es el primer gran cambio que esperamos tener por parte de la nueva JNJ.
*Ver aquí el plan de la JNJ: https://bit.ly/2NOvb11