¿Por qué las autoridades no hablan del Serenazgo durante la pandemia?
Stefano Corzo Vargas
Investigador IDL-SC
Durante el pasado primero de mayo, en el frontis de Palacio de Gobierno, se proyectaron una serie de imágenes que representaban a los héroes en la “primera línea de defensa” ante la pandemia: policías, médicos, enfermeras y militares. El homenaje se realizó a propósito de la celebración del Día Internacional del Trabajador.
A lo largo del estado de emergencia se ha aludido mucho a esta “primera línea de defensa (o combate)”. Después de todo, se trata de personas que han puesto sus propias vidas en riesgo durante el cumplimiento de sus labores. Labores que están fundamentalmente dirigidas a proteger las vidas del resto de la población. Definitivamente, estamos hablando de héroes y heroínas que se encuentran entre nosotros. En muchos casos, sus esfuerzos han significado un incremento lamentable en el registro de contagios y víctimas fatales en nuestro país.

Sin embargo, la aplicación discursiva de este término desde el Estado ha sido, en algunos sentidos, desigual. Por ejemplo, la crisis de contagios que se desató en diversos establecimientos penitenciarios del país ocasionó varias bajas en el cuerpo de agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) que desempeñan labores dentro de los recintos.
A pesar de que estas circunstancias todavía no han sido del todo controladas —los cambios en la dirección del INPE y su ente encargado, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH), son prueba de ello—, el personal penitenciario recibió este reconocimiento por las labores desplegadas durante el estado de emergencia solo recientemente. A este agradecimiento se debe sumar un bono de mil soles para el personal del INPE que hasta la fecha no ha sido entregado en su totalidad. Pero esa es otra historia.

Un caso similar, aunque con sus particularidades, ocurre sobre los miembros del Serenazgo que también vienen realizando labores durante la pandemia. En el caso de ellos, sin embargo, el reconocimiento todavía no ha llegado, pero sí las bajas y los contagios. Solo en Lima Metropolitana, según datos de la Asociación de Serenos del Perú (ADESEP), hasta el mes de Julio se registraron más de 383 serenos contagiados con la COVID-19, mientras que 25 de ellos han fallecido a causa de la enfermedad.
Distritos | Contagiados | Fallecidos |
Ate | 3 | 2 |
Callao | 28 | 0 |
Jesús María | 275 | 3 |
Lima Norte[1] | 0 | 6 |
Los Olivos | 0 | 1 |
Mi Perú | 0 | 1 |
Miraflores | 0 | 2 |
Puente Piedra | 40 | 2 |
Santa Anita | 15 | 4 |
San Borja | 7 | 3 |
San Miguel | 15 | 1 |
TOTAL | 383 | 25 |
A nivel nacional, más de 600 miembros del Serenazgo están contagiados. Mientras que el número de fallecidos también parece ir en aumento. Pero, pese a lo preocupante de estas cifras, ninguna autoridad pareciera querer ocuparse de ello. En ninguno de los discursos emitidos durante las últimas semanas tanto por el presidente Vizcarra, como por el exprimer ministro Pedro Cateriano y el actual Walter Martos Ruiz, se ha aludido a la problemática que enfrenta el Serenazgo a nivel nacional. Ni siquiera se les ha designado funciones específicas y/o consideraciones especiales en el marco del Plan Fortaleza 2020, la principal estrategia del gobierno en materia de seguridad para la fase de reactivación económica.
Cantidad de contagiados y fallecidos del Serenazgo Municipal a nivel nacional (Hasta julio 2020)
Departamentos | Contagiados | Fallecidos |
Amazonas | 12 | 2 |
Ancash | 56 | 3 |
Arequipa | 8 | 3 |
Ica | 20 | 0 |
Junín | 29 | 0 |
La Libertad | 10 | 0 |
Lima | 439 | 29 |
Loreto | 15 | 0 |
Pasco | 4 | 0 |
Puno | 3 | 0 |
Tacna | 12 | 0 |
TOTAL | 608 | 37 |
A diferencia de los casi 11 mil trabajadores del INPE, existen más de 26 mil serenos a nivel nacional. A su vez, los miembros del Serenazgo Municipal son muchas veces el vínculo más cercano e inmediato que tienen los ciudadanos con sus autoridades locales.
Durante el estado de emergencia y la fase de aislamiento social obligatorio han realizado labores cruciales para contener la propagación del virus: concientización sobre las medidas de bioseguridad adecuadas, control de aglomeraciones en espacios públicos, patrullaje integrado dentro de su jurisdicción, respuesta inmediata a situaciones de emergencia. La lista continua.
Pero pese a sus esfuerzos, la realidad es que han desempeñado estas funciones un estado de desprotección laboral absoluto. A diferencia del personal del INPE, el Serenazgo no cuenta con una ley propia que consideré los derechos y labores específicas que comprende su cargo.[2] Hasta el personal de las agencias de seguridad privada que vemos trabajando en bancos y otros tipos de establecimientos similares cuentan con una ley que rigen sus derechos y obligaciones.[3] En el caso del Serenazgo, se encuentran en un desamparo normativo y, por lo tanto, laboral considerable.
El Estado —a través del MININTER— intento remediar algunos de estos problemas mediante la creación del Manual del Sereno Municipal [Resolución Ministerial N.º 772-2019-IN] el año pasado. Sin embargo, como dimos cuenta en nuestro último informe anual, este documento contiene varios vacíos que todavía no han sido enmendados. Si bien se trata de una iniciativa importante para rescatar a la institución del Serenazgo del limbo normativo donde ha existido durante décadas, el silencio desde el gobierno en torno a su problemática actual significa un retroceso preocupante.
La precariedad laboral de su trabajo ha permitido la comisión de atropellos indiscriminados sobre ellos durante la pandemia: despidos masivos (recordemos el caso suscitado en la Municipalidad de Surco en el mes de abril), obligación de cumplir con funciones sin la dotación de equipos de bioseguridad adecuados, silenciamiento mediante amenazas de despido. La lista aquí también es extensa y corresponde a los informes que diariamente reciben los representantes de la Asociación de Serenos del Perú.
A propósito de ello, el presidente de esta institución, Armando Jara brindo declaraciones en una entrevista reciente donde sostuvo que la Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE) no se ha pronunciado hasta ahora sobre este asunto.

Al cierre de este informe, sabemos que los números registrados en Julio han aumentado de manera considerable. Los decesos reportados por la ADESEP dan cuenta que los fallecidos ya superan el centenar a nivel nacional. Sin embargo, las limitaciones de recursos de esta institución, así como la falta de un registro oficial nacional podrían señalar que el subregistro de casos de contagios y fallecidos es mucho más amplio.[1]
En un escenario diferente estar en la “primera línea de defensa” podría significar muchas cosas. Sin embargo, en el contexto de la pandemia está frase está directamente relacionada al riesgo que asumen algunos para resguardar la vida de la mayoría. El Serenazgo como la Policía Nacional del Perú, el personal de salud, los miembros de las Fuerzas Armadas, los agentes del INPE, entre otros, ponen su vida en riesgo todos los días.
[1] Las cifras consignadas en este informe corresponden a los reportes preliminares recibidos por la Asociación de Serenos del Perú hasta julio. Sin embargo, sus canales de comunicación (principalmente virtuales) reciben actualizaciones diarias que necesitan ser contrastadas con un registro oficial que no existe.
[1] Los informes de contagios y decesos que maneja la Asociación Nacional de Serenos (ADESEP) del Perú provienen de varios distritos de Lima Norte, sin embargo, al no existir un registro oficial para corroborarlos es difícil indicar exactamente a qué distrito pertenecen. Por lo tanto, se ha optado por aglomerarlos en un solo apartado.
[2] Ley N.º 29709, Ley de la Carrera Especial Pública Penitenciaria.
[3] Ley N.º 28879, Ley de Servicios de Seguridad Privada.