¿Por qué no se incorpora a los promotores de salud de las comunidades indígenas en la estrategia de salud para vencer la COVID-19?

¿Por qué no se incorpora a los promotores de salud de las comunidades indígenas en la estrategia de salud para vencer la COVID-19?

En Loreto los promotores de salud voluntarios han sido dejados de lado en la estrategia para vencer la COVID-19. Según el Vicariato de Iquitos, en los años 90 estas personas desplegaron esfuerzos para combatir el cólera y fueron un factor clave para que la población entendiera qué era la enfermedad y cómo debían combatirla, teniendo en cuenta de que en las comunidades se paga un sol por cada balde de agua y que el jabón es un artículo de lujo.

Juan Carlos Ruiz, del Área de Pueblos Indígenas del IDL, sostiene que “estas personas combinan sus saberes ancestrales con ciertos conocimientos de medicina occidental. Por eso son un puente entre el sistema formal y el tradicional, y piezas indispensables de la salud intercultural”.

La profesora de la Universidad Cayetano Heredia, Esperanza Reyes, explica: “Se reconoce la labor de estos promotores desde 1999,  en la celebración del 4 de junio como el día del “Agente Comunitario de Salud” (ACS), denominación vigente hasta la actualidad”.

La especialista indica que existe regulación sobre cómo trabajar con los ACS. La directiva administrativa, promulgada en el año 2011, indica a las Direcciones Regionales de Salud y a las Gerencias Regionales que soliciten partidas para el trabajo con promotores. Se valida este trabajo garantizando el apoyo de todos los niveles del sistema regional: la Red de Salud, la Micro Red, el Establecimiento de Salud desde el nivel I-1 al I.4, el personal de salud y los ACS.

“Ese año se produce un cambio significativo porque se considera como agentes comunitaros de salud a los vigías de salud, a las parteras tradicionales, a los delegados de salud, a los agentes pastorales de salud y a los visitadores de enfermos, los cuales serán identificados como voluntarios en salud”, afirma Esperanza Reyes.

En el año 2014 se promulga el documento técnico “Orientaciones para la labor del Agente Comunitario en Salud”. En éste se reconoce al ACS como aquel que “realiza acciones voluntarias de promoción de la salud y prevención de enfermedades en coordinación con el personal de salud y otras instituciones locales y regionales”. Para ello tiene que ser reconocido como tal por su comunidad y desarrollar habilidades personales y generar los mecanismos administrativos, organizativos y políticos que faciliten a las personas, familias y comunidades tener mayor control sobre su salud y mejorarla.

Para conocer más sobre los agentes comunitarios de salud, puede leer el artículo de Esperanza Reyes en el siguiente link.

 

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