Unidad kakataibo: Guardia Indígena y FENACOKA acuerdan proteger sus vidas y territorios frente a economías ilegales
Fuente: IDL
El pasado 4 de diciembre, en la ciudad de Aguaytía, se reunieron miembros de la Federación Nativa de Comunidades Kakataibo (FENACOKA) y la Guardia Indígena del Pueblo Kakataibo, que integra a las distintas comunidades de esta etnia. El encuentro, denominado “Fortalecimiento a la Guardia Indígena del Pueblo Kakataibo en sus capacidades de autoprotección y defensa legal”, tuvo como fin estrechar lazos de cooperación con el recientemente creado cuerpo de autoprotección, el cual viene operando en las provincias de Padre Abad (Ucayali) y Puerto Inca (Huánuco). Este espacio contó con la asesoría del Instituto de Defensa Legal (IDL).
La charla, moderada por el vicecomandante Segundo Pino, partió contando las experiencias vividas por los representantes kakataibos que tuvieron la oportunidad de participar del Primer Encuentro Internacional de Guardias Indígenas, el cual tuvo lugar en la Comunidad Nativa Caimito entre el 19 y 23 de noviembre del 2022. El dirigente Pino, de nombre kakataibo Ispón, recalcó que fue una experiencia muy enriquecedora por el hecho de haber compartido historias de lucha con otras guardias indígenas de la selva peruana y del hermano país de Colombia.
En el transcurso del taller se tocaron temas de suma importancia política y organizacional. En primer lugar, los participantes ratificaron su intención de que la Guardia Indígena del Pueblo Kakataibo forme parte de la FENACOKA. “Es importante que los guardias nos involucremos con el trabajo de la federación, tenemos que allegarnos y organizarnos como entes del gran Pueblo Indígena Kakataibo”, señaló César Estrella, representante de la comunidad de Yamino.
El presidente de la FENACOKA, Herlin Odicio, felicitó esta iniciativa y aseguró que la federación que dirige brindará todo el soporte necesario para que la Guardia Indígena del Pueblo Kakataibo continúe trabajando. Odicio resaltó el rol primordial que cumplen las guardias en zonas donde no existe control real alguno por parte del Estado, a pesar de los múltiples llamados de atención que han dirigido a las autoridades del Gobierno Central para su seguridad.
Otro de los puntos que se mencionaron fue el de garantizar la integridad de los miembros de las guardias indígenas, en su condición de personas defensoras de derechos humanos y ambientales, frente a situaciones de conflicto con terceros invasores o la propia Policía Nacional. El riesgo de ser criminalizados es alto debido a los intereses que hay detrás de la explotación de los recursos naturales existentes en sus territorios, así como sus relaciones con las autoridades locales y el sistema de justicia. Actividades como el narcotráfico, la tala ilegal y la minería ilegal son factores frecuentes de amenaza.
Por otro lado, como herramientas de autocuidado, los miembros de la guardia indígena propusieron una serie de medidas para brindar mayor seguridad a su población, en un contexto en el que sus autoridades han sido víctimas de amenazas por personas ajenas al pueblo. Frente a ello, proponen fortalecer la unión entre comunidades kakataibo a través de acciones de vigilancia y control del territorio en conjunto, así como reforzar sus vínculos con otras instituciones aliadas que puedan brindarles soporte legal y logístico para realizar sus funciones con normalidad.
Richard Chuquirima, comandante en jefe de la Guardia Indígena del Pueblo Kakataibo, resaltó la importancia de la participación de las mujeres lideresas en este proyecto. En comunidades como Puerto Azul, precisó Chuquirima, el involucramiento es cada vez mayor e incluye responsabilidades compartidas entre hombres y mujeres.
Por último, los participantes enfatizaron la urgencia de estrechar lazos de hermandad con otros pueblos, como el shipibo-konibo y el asháninka en la selva central. Al respecto, los representantes kakataibo mostraron su apoyo al proyecto de ley sobre Seguridad Indígena Amazónica, impulsada por organizaciones como la Central Asháninka del Río Ene (CARE), la Central Asháninka del Río Tambo (CART) y la Asociación de Nacionalidades Asháninkas del Perú (ANAP). “El Estado no va a escucharnos cuando estamos aquí metidos, tenemos que salir y respaldar este proyecto de ley para nuestra seguridad”, señaló Ronald Pino, representante de la comunidad de Mariscal Cáceres.