Villa El Salvador: El deporte como arma contra la inseguridad ciudadana
Hace 20 años, el Centro de Educación y Desarrollo Comunitario (Cedec) inició, en las zonas más peligrosas de Villa El Salvador, un proyecto ambicioso: convertir el deporte y la actividades culturales en una estrategia para la erradicación de la inseguridad ciudadana. Poco a poco, el sueño fue transformándose en realidad. Esta interesante experiencia fue contada en el programa radial “Tu seguridad está primero” del “Colectivo de Seguridad Ciudadana de Villa El Salvador”, conducido y dirigido por Nancy Mejía.
En las zonas periféricas de Villa El Salvador las calles estaban tomadas por las pandillas, el objetivo del proyecto es que la ciudadanía se posicione de las calles y que los jóvenes tengan otras oportunidades de desarrollo que los aleje de las drogas y la violencia.
El Cedec es una organización sin fines de lucro que trabaja en dos programas: la escuela “Reinita del mar”, que tiene inicial y primaria, y el proyecto “Deporte y vida”, que usa el deporte como instrumento de formación integral para niños, niñas y adolescentes.
Emerson Calderón, uno de los profesores a cargo de los talleres, refiere que el deporte es un medio para lograr otros objetivos como “la recuperación de los espacios públicos, que los chicos mejoren en el tema de los valores, que sientan que haciendo las actividades deportivas pueden cambiar también su vida. El fútbol de la calle hace que los niños, mediante el juego, desarrollen la capacidad de socializar, que vean que los hombres y mujeres son iguales, que pueden participar de los mismos ambientes y respetarse”.
El fútbol que practican los chicos de “Deporte y vida” tiene unas reglas peculiares: no necesariamente ganan quienes meten más goles, también se valora que respeten las reglas. De esa manera, si un equipo ha anotado más tantos que el otro, pero ha tenido un comportamiento inadecuado en la cancha, puede resultar perdedor al final.
Gery Ladisico, la directora de esta propuesta, hace un hincapié: “No es solo el deporte, se trata de una propuesta formativa que va dirigida hacia la prevención de conductas trasgresoras que genera la violencia callejera. Cuando llegamos, los chicos tenían mucha carga de agresividad que no sabían como canalizarla”.
Lo cierto es que después de dos décadas de actividad la delincuencia ha disminuido y, al menos en esa zona, ya no se dan los enfrentamientos entre pandillas.
“Atentos autoridades, experiencias como esta deberían fortalecerse, se les debería abrir más posibilidades y hacer que con estos ejemplos sigamos construyendo nuestro país”, alienta Nancy Mejía, también coordinadora del área de Seguridad Ciudadana del IDL.